EL MUNDO
20 julio 2011
Hay que saber
contar... calorías
Ángeles López
En Estados Unidos los establecimientos de comida deben
mostrar las calorías. La información calórica del
envase a veces no se corresponde con la realidad. Lo fundamental para perder peso
es llevar un control de las calorías diarias.
Ni
restaurantes de comida rápida ni bares con menú del día. Parece que los dos
fallan a la hora de ofrecer la información calórica
que contiene el plato o la porción de comida que situada en el expositor. Los
errores se dan tanto al alza como a la baja, y parece que el motivo es un mal
control del tamaño de la ración y un exceso de calorías en las guarniciones.
Desde
hace unos meses, Estados Unidos cuenta con una nueva normativa que obliga a
restaurantes y demás sitios de venta de alimentos a mostrar en sus menús las
calorías de cada plato. De esta manera, se pretende luchar contra la elevada
tasa de obesidad ha aumentado de un 14% en 1976 a un 34% en 2008. Por otro
lado, cada vez son más los ciudadanos de éste y otros países que optan por
comer fuera de casa.
Por
este motivo, especialistas en nutrición de la Universidad Tufts,
en Boston (EE.UU.), han llevado a cabo un estudio en el que han analizado
alimentos de 42 restaurantes y han comparado su contenido calórico con el que
constaba en el menú del establecimiento. Los investigadores evaluaron la
información alimenticia tanto de sitios de comida rápida como de restaurantes
con menú del día.
De
esta manera, vieron que de los 269 alimentos analizados el 40% contenía al
menos 10 Kcal. más por porción que las indicadas en el
envase o menú y un 19% ofrecía al menos 100 Kcal. de más por porción. Pero no
todos los platos evaluados superaban en calorías la información ofrecida, ya
que un 52% de ellos contaba con al menos 10 Kcal. menos.
Aunque
a priori la mayoría de las personas creería que los que más fallos podrían
presentar eran los establecimientos de comida rápida, en este estudio se
confirmó que existía mayor variabilidad en la discrepancia entre las calorías
indicadas y la energía que realmente se demostró en el análisis en los
alimentos que procedían de los otros restaurantes. Y en ellos, donde se
detectaron más errores fue en el contenido calórico de las guarniciones que
acompañaban a los platos principales.
"El
análisis nos muestra que los alimentos ricos en carbohidratos y las ensaladas
de guarnición presentaban más variabilidad en el contenido energético
comparados con los sandwiches", afirman los
autores del estudio publicado en la revista 'Journal of the American
Medical Association' (JAMA).
Otro
dato a tener en cuenta es que el mayor número de fallos se daba en los
alimentos con menor contenido calórico, que en realidad contenían más calorías
de lo que el menú o el envase decía, mientras que aquellos platos más fuertes
tenían en realidad menos aporte energético de lo que el etiquetado decía.
Mayor conciencia
Los
investigadores señalan que, aunque la variación calórica
no era muy alta en la mayoría de los alimentos evaluados, hay que tener en
cuenta que un 19% de los platos contenía 100Kcal extra, "esta cantidad
puede causar una ganancia de peso de cinco a 15kg al año si se toma
diariamente".
Por
su parte, Linda Van Horn, profesora de Medicina
Preventiva de la Universidad Northwestern en Chicago
(EE.UU.), señala en un editorial, que también publica la revista 'JAMA', que
los diferentes estudios realizados sobre nutrición muestran que ni las
proteínas ni los hidratos de carbono ni la ingesta de grasa, "en resumidas
cuentas, lo importante para conseguir perder peso es seguir una dieta con un
menor aporte calórico".
Esta
especialista señala que tanto el aporte energético como el aumento de las
porciones parecen influir en una ingesta excesiva de energía y en un incremento
del riesgo de sobrepeso. "Cuando el número total de calorías necesario
para controlar el peso cada día se conoce y se comprende, una persona puede
lograr un déficit calórico o un equilibrio energético negativo", afirma.
Finalmente,
Van Horn sentencia que es fundamental que los padres
estén concienciados de la importancia de las calorías diarias y de que puedan
ser un modelo para sus hijos, ya que actualmente entre los adolescentes los snacks o los dulces representan el 40% de las calorías
consumidas.